Abrazaba a su hijo en la terraza, contemplando las estrellas. El pequeño escuchaba atento el nombre de las constelaciones que le nombraba al tiempo que las señalaba. Entonces, un punto azul se desprendió del firmamento cruzando la noche como un relámpago. Justo encima de ellos se detuvo una fracción de segundos, dejando ver su figura ovoidal, luminosa. Luego siguió viaje perdiéndose en el cielo. Él quedo petrificado, maravillado. Había sido testigo, lo había visto con sus propios ojos. Pensó en Dios, en Mahoma, en Buda, en Hawkings, Einstein, en las miles de teorías, en la magnitud insospechada del universo. Todo en ese instante, en esa fracción mágica de espacio tiempo. Miró a su hijo, con lágrimas en los ojos y casi en un susurro dijo:
- David... ¿Te das cuenta de lo que significa lo que acabamos de ver?
Su hijo, levantando la mirada hacia él, asintió con la cabeza.
- Si papá, se pasó a gas.
Pobres tontos.
-
Y construyó, castillos en el aire
A pleno sol, con nubes de algodón
En un lugar, adonde nunca nadie
Pudo llegar usando la razón.
Inspirado en la canc...
Hace 13 horas.
1 comentario:
Jajajajaj, excelente!! Así estamos con los pibes que vienen!!
Abrazo!!
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