Y ella me dijo: "Ninguno de nosotros aprende nada, a eso voy. Aprendés a sentir dolor y miedo; pero no a vivir con lo malo que nos pasa".
Le digo gracias.
Un vestido rojo con flores amarillas.
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Él la había soñado muchas veces, tan frágil y bella como una mariposa,
hasta que un día la vio reflejada en el espejo. Tendió sus manos y
lenta...
Hace 1 día.