Dejó que el teléfono sonara una y otra vez. En un momento dado pareció que iba a contestarlo, pero se contuvo a tiempo. El teléfono sonó durante diez minutos y una vez que cesó, reinó el silencio y la tranquilidad.
Una vez que dejó de temblar, se dio prisa y terminó de mutilar el cuerpo. Tras la fechoría, se marchó.
La nueva normalidad (V)
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Un año.
Un año metido en casa, teletrabajando, escuchando voces por el altavoz del
ordenador, contemplando rostros por la pantalla del móvil…
Los amigos, ...
Hace 1 día.
1 comentario:
Me revientan las interrupciones cuando uno está haciendo una tarea relevante.
Grande, Neto, como siempre...
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