De chiquito soñaba con tener una espada. Quizá por eso terminó trabajando en una carnicería, manejando una cuchilla enorme con la que podía hacer los cortes fácilmente.
También soñaba con atravesar mil peligros y rescatar de las garras de un poderoso enemigo a su amada princesa, casi siempre encerrada en un castillo. Por eso quizá cada tarde cruzaba las vías y se mandaba para el otro lado del pueblo, dónde no era visto con buenos ojos, para visitar a su novia.
Claro que lo que siempre deseó, más que nada, fue derrotar a un dragón furioso. Es probable que sea la causa que lo llevó a cortarle la cabeza al padre de su novia valiéndose de su enorme cuchilla, cuando lo descubrió metiéndose a hurtadillas por la ventana.
Ahí anda ahora, prófugo en otros reinos.
Brevísima y tibia nota sobre… (IX)
-
Como pasar del alto bordo a una balandra.
O hallarte cruzado a sotavento mientras un *man of war* adversario se
aproxima erizado de bocas de fuego.
Que no...
Hace 1 día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario