Versión con fondo blanco, para ojos sensibles

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17 de septiembre de 2004

Duda

El pensador le dijo a un sacerdote:
- Escribir es un impulso, a veces predeterminado y otras no. Matar también.
¿Existirán más libros o más asesinatos?

El sacerdote entornó la cabeza y meditó varios minutos, para luego contestar:
- Sólo Dios lo sabe.

El pensador entonces agregó:
- Pero... le importa?

El sacerdote se sumió en un silencio del que nunca regresó.

Posibilidad

Digo, y si acaso el brillante resplandor que muchos afirman ver al final del túnel en el momento de la muerte, no es otra cosa que la luz de un tren que se aleja en forma definitiva, pues hemos llegado tarde para abordarlo....
Quiénes lo cuentan siempre han vuelto. Debe ser que no aceptan el mismo boleto para dos viajes.

Engaño

Ciertas cosas resultan intolerables, como que dejen los frascos de mermeladas destapados, que vengan a comer sin lavarse las manos, que no se limpien las zapatillas antes de entrar a casa... en fin, Susana renegaba de enumerar todo lo que aborrecía que sucediera en su hogar, pero lo hacía mentalmente día y noche, hasta crisparse de los nervios y terminar en la cama con un dolor de cabeza tan grande que si hubiese tenido una cuchilla a mano, se la cortaba de raíz.
Sin embargo todos sabían que Susana nunca llegaría a tal extremo, tan solo pensaba en todo eso para olvidar que estaba sola, y que sus hijos y marido ya no regresarían de aquel campamento en el que la nieve los ocultó para siempre de su vida.
Ciertas cosas resultan intolerables, la muerte es una de ellas.

La apuesta

- ¡Escalera Real otra vez! Jajaja !!!
- Noto que estás de suerte compañero.
- Parece parece... con esta mano ya son... déjame contar...
- No te esfuerces, las matemáticas no son tu fuerte. Tres mil doscientos. Por el momento te debo eso.
- Buena cifra para una sola partida.
- Demasiada buena. En fin, solo es un juego.
- Así es, solo es diversión... e inversión, jajaja !!!.
- Bueno bueno, guardate algo de tu suerte para dentro de una hora.
- Veré que puedo hacer, jeje. Sinceramente mi querido amigo, cuando pierdes, no sabes mantener el humor.
- ¿Tú lo haces? Vamos... Hazme un favor, vete a cobrar el premio y regresa, seguramente no te irá tan bien en un rato.
- Así lo haré entonces. Tres mil doscientas almas no se ganan tan fácilmente todas las horas, jejeje.
- Calla ya Lucifer y ve por tu premio. Seguiremos jugando en unos minutos.
- Ya regreso gran Jehová, te traigo algo de la Tierra?
- No es necesario, elige tus almas y vuelve. Redoblaré la apuesta esta vez.