El pensador le dijo a un sacerdote:
- Escribir es un impulso, a veces predeterminado y otras no. Matar también.
¿Existirán más libros o más asesinatos?
El sacerdote entornó la cabeza y meditó varios minutos, para luego contestar:
- Sólo Dios lo sabe.
El pensador entonces agregó:
- Pero... le importa?
El sacerdote se sumió en un silencio del que nunca regresó.
Desde el sur congelado.
-
Patagonia Argentina.
Cuando nació Faustino Gamboa, su madre ascendió a los cielos con un
suspiro, le dejó en la frente un beso, mientras que s...
Hace 4 días.
1 comentario:
Don Neto:
Vina a chusmear por curiosa nomás y me encuentro con este cuento!!!
ESPECTACULAR!!!!
Me dejó con la Gran Duda...
Besos
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