En un pasillo largo, tan largo que jamás se llega al otro extremo y oscuro, tan oscuro que solo se detectan las paredes al chocar contra la áspera y dura textura del granito, caminan los que han perdido el rumbo en la existencia.
Con el tiempo se han acostumbrado y avanzan con los ojos cerrados, soñando una vida. Es tan profundo el sueño, que no caemos en la cuenta que lo hemos transformado en nuestra realidad diaria. Sin embargo, allá estamos, en ese pasillo distante, avanzando sin ton ni son.
Final
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*El siguiente es un post del blog Desde el galpón publicado hace tiempo por
mi buen amigo Fedefer.*
*jueves, 20 de diciembre de 2007*
*Final*
Entre el lun...
Hace 2 días.
1 comentario:
Encerrados, sin salida a la vista.
Saludos Neto.
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