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27 de junio de 2009

De competencias y amistad

Este sábado 27 de junio se presentó en la ciudad de Villa Constitución la "X Antología de Narradores y Poetas del Departamento Constitución", en el marco de una nueva edición de la Feria del Libro de la mencionada localidad. Estuvimos con don Oso (Los Apuntes del Oso) y Carla (Taller Literario Kapasulino) para recibir los ejemplares que nos obsequiaron por participar y ser seleccionados para integrar dicho compendio de relatos y poesías.
Es un placer invitarlos a la lectura del texto con el cual participé y que afortunadamente fue elegido, para poder estar por tercera vez formando parte de la antología.
Aquí, el texto de mi autoría. Saludos!

De competencias y amistad

Desde pequeños, Sebastián y Ezequiel compitieron entre sí. Cosa rara del destino, nacieron el mismo día y a la misma hora, pero recién se conocieron en primer grado.
Durante la escuela primaria, era la batalla por quién conseguía la mayor cantidad de “felicitados”, “muy bien” y, cuando llegaron las notas numéricas, como era de esperarse, de “10”.
En los recreos, fueran figuritas, bolitas, mancha o escondidas, la lucha era siempre entre ambos. Podían participar otros, pero los ojos de todos estaban puestos en los que hicieran los dos. Y a ellos, no había tercero que le importara. Era eternamente, un mano a mano.
En los partidos de fútbol, jugaban de delanteros, uno para cada equipo. Y llevaban la cuenta de sus tantos. Si uno iba al arco, el otro se ponía bajo los tres palos de la portería contraria. Y el tema pasaba por ver a quién le metían menos goles.
En el colegio secundario no cambió nada, incluso, se intensificó. Llegó la época del primer amor, las primeras cartas, los sobres a escondidas, las miradas ruborizadas, los guiños pícaros. Y claro, si la más linda era Alicia, ambos peleaban por el cariño de ella. Si llegaba una más linda, desde otra escuela, los dos se olvidaban de la anterior y pugnaban por la nueva.
Y aunque cueste creerlo, tremenda rivalidad no lograba romper el lazo de amistad entre ambos. Ezequiel y Sebastián eran los mejores amigos que podían existir. Siempre estaba el uno para el otro, cuando no había competencia de por medio.
Incluso las familias se habían hecho muy amigas. Los hermanos de Sebastián compartían sus horas fuera de la escuela con los de Ezequiel y emprendían toda actividad alterna en forma conjunta.
Fueron años de compartir cursos de idiomas, computación, catecismo, deportes. Pasaron inolvidables noches de campamento contando historias y claro, luchando por ver quién contaba la mejor, la más aterradora.
La rivalidad era un juego, una forma de hacer los días más amenos, de convivir lo mejor posible y demostrar que más allá de querer alcanzar la meta antes que el otro, había algo que nada podría cambiar, que era lo que sentían sus corazones.
Si bien no maduraron mucho en cuanto a las chicas, si comprendieron que no podrían disputarse toda la vida las mismas mujeres y en ese sentido, hicieron una tregua tácita. Así fue que formaron sus respectivas familias y también éstas, fueron grandes amigas. Los dos habían hecho excelentes carreras universitarias y como se esperaba, compitieron por ser los mejores, más allá que las vocaciones eran distintas. El hecho era recibirse primero, pero fueron tales las ganas que le pusieron, que terminaron al mismo tiempo. Se graduaron y vivieron la fiesta juntos. Los estudios les valieron la posibilidad de conseguir muy buenos trabajos.
Allí también, a pesar de estar en empresas diferentes, cotejaban avances y resultados, ufanándose uno del otro de cada aspecto en el que se consideraban mejores.
Los años pasaron, el mundo siguió girando y siempre hubo rivalidad y competencia, pero sana, divertida, picaresca. El tiempo trajo hijos, y los hijos nietos. El tiempo fue un rival al que no pudieron vencer ni siquiera peleándole lado a lado. De a poco fueron dejando de lado muchas de las actividades que hacían en conjunto, como los partidos de fútbol semanales, los encuentros de paddle, los enfrentamientos de ajedrez e incluso, las excursiones familiares con largas caminatas incluidas.
Primero fueron los años los que los achacaron, luego fue la salud la resentida. Compartían cada vez menos tiempo, pero el poco que tenían, era único: Una devastadora ola de recuerdos, imágenes, evocaciones, anécdotas y claro, estadísticas de batallas ganadas y perdidas. Incluso en esas charlas, competían para ver quién recordaba tal y cuál cosa. Sus esposas los contemplaban con esa alegría que solo pueden llevar en el corazón quienes sienten verdadero amor por las personas que quieren.
Una tarde, la ambulancia llegó rauda a casa de Sebastián. Infarto e internación. Habían quedado consecuencias y la operación era inminente. Los médicos, llevando aparte a los familiares, les dieron la delicada noticia: era muy difícil que pudiera salir vivo de la cirugía, pero no llevarla a cabo, era una sentencia de muerte segura.
Los llantos, los lamentos. El inevitable llamado a Ezequiel. Dolorido en el alma y acompañado por su señora e hijos, llegó a los pocos minutos. Lo dejaron entrar a verlo, solo. Se hicieron bromas, jugaron con la memoria, hicieron apuestas que ninguno cobraría. Antes que las lágrimas brotaran salvajes, Sebastián dijo desde la cama:
- En esta viejo querido, no me vas a ganar. Me voy primero.
- No digas eso – replicó Ezequiel. – Con esto no jugamos.
Sebastián sonrió y respondió: - ¡Vos no jugarás! A mí no me queda otra.
Se abrazaron, Ezequiel intentando no estropearle el suero. No pudo evitar una lágrima, que Sebastián limpió con el dorso de su avejentada mano.
Ezequiel lo contempló irse y supo que era la última vez que lo veía.
El día de la operación su mujer llegó llorando. Pensó que era por miedo, pero en cambio le dijo: “Ezequiel… Ezequiel murió mi vida. Falleció anoche, de un ataque al corazón”.
Y a Sebastián le salió del alma, casi sin pensarlo: “Ah maldito hijo de puta, hasta en esto quisiste competir”. Y solo ahí, se largó a llorar.

14 comentarios:

Martín Gardella dijo...

Netomancia, en este caso el "felicitado" es para vos, por la publicaciòn y por el relato. Envío mis buenos deseos para esa presentación. Un abrazo

Taller Literario Kapasulino dijo...

El domingo paso y leo bien el cuento.

Quiero felicitarlos a vos y a el oso!
Me pone muy contenta por ustedes, pero sobre todo me llena de orgullo estar en un mismo ejemplar con ambos...
Nos vemos mañana!

Taller Literario Kapasulino dijo...

No me aguante y lo lei ahora...
Que hermoso neto, lei el cuento con una sonrisa... la cotinadeidad que tiene, la historia de una vida, los amigos que llevamos en el corazon, que nos acompañan hasta el ultimo momento.
Y al final morir de la misma manera que hemos vivido.
Brindo por esta amistad, brindo por este cuento.
Realmente merecido el premio.
Hasta mañana!

Netomancia dijo...

Martín, Carla, muchas gracias!
Y Carla, nos vemos mañana, junto al querido Oso. Felicitaciones por la selección de tu relato, El secuestro de Nadia es magistral!

SIL dijo...

Las rivalidades extremas no conocen escrúpulos.
Excelente, Sr.Misterio.!!!!!!!!!!!

Y Felicidades por las publicaciones, los premios etc etc
(Saben, cuánto los admiro, así que sobran palabras en este comment.)

BESOS que no pueden competir !

el oso dijo...

¡¡¡Excelente, Neto!!! Unas vidas que se necesitaban, que funcionaban perfectamente hasta que la muerte los enfrentó a la gran disyuntiva.
¡¡Impresionante!!

Neto, Carla, nos vemos esta tarde. El relato de Ausencia en Villa es el que presenté yo. Va a ser un grato honor compartir con ustedes esto.
Abrazos

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Eh, me uno a la fiesta. Felicidades por al publicación.

Un gran abrazo.

Netomancia dijo...

Bueno, ya estaremos contando, recibimos hoy nuestros ejemplares por nuestros relatos (Carla "El secuestro de Nadia", el Oso "Ausencia en Villa" y "Sin pensar dos veces" y múa, con "De competencias y amistad") en el marco de la jornada final de la XIX Feria del Libro de Villa Constitución, en un salón colmado -no nos querían dejar pasar al Oso y a mi, jaja- y con un contexto general muy ameno y bien presentado.
Carla se encargó de las fotos, así que seguramente en el Taller Kapasulino las estaremos viendo muy pronto. También estuvieron Iván y María Susana, dos Kapasulinos que asistieron al evento.
Gracias por los comentarios y como adelanto les cuento que don Oso recaudó mucho material para un nuevo catálogo de mitos locales.

Natán dijo...

Felicitaciones Neto :-)
No sabía que hoy estabas allí para recibir un reconocimiento! Disculpame por no haberte felicitado en el momento.

Salú!

Taller Literario Kapasulino dijo...

Felicitaciones Oso y Neto... la verdad fue muy lindo encontrarlos...
Muy pronto les mando las fotos.
Besos!
(Neto: perdon por casi hacerte caer con mi grito: ¡¡bravo Neto!! jijiji)

Anónimo dijo...

mis felicitaciones Neto!! y también para el Gran Oso, ojalá todo haya salido bien, es un orgullo saber que otra vez hayas sido seleccionado para las antologías villenses!!!
abrazos!

Anónimo dijo...

Mi más sincera enhorabuena por la selección verdaderamente merecida de este relato encantador, lleno de ternura y escrito con tanto gusto y delicadeza.
Un verdadero placer poder leerlo. Gracias.
PAZ

HUMO dijo...

Meritorio y bello trabajo Neto!

Desde aqui , toda mi admiración y mis felicitaciones para vos y Oso!

Un gran abrazo!

=) HUMO

nina dijo...

NETO MUCHAS FELICIDADEEES
muy lindo texto!
un abrazo!
nina