Dejó que el teléfono sonara una y otra vez. En un momento dado pareció que iba a contestarlo, pero se contuvo a tiempo. El teléfono sonó durante diez minutos y una vez que cesó, reinó el silencio y la tranquilidad.
Una vez que dejó de temblar, se dio prisa y terminó de mutilar el cuerpo. Tras la fechoría, se marchó.
Brevísima y tibia nota sobre… (IX)
-
Como pasar del alto bordo a una balandra.
O hallarte cruzado a sotavento mientras un *man of war* adversario se
aproxima erizado de bocas de fuego.
Que no...
Hace 23 horas.
1 comentario:
Me revientan las interrupciones cuando uno está haciendo una tarea relevante.
Grande, Neto, como siempre...
Publicar un comentario