Versión con fondo blanco, para ojos sensibles

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3 de enero de 2010

Las esquinas silenciosas

La dama sola espera en la esquina. Atenta la mirada hacia el final de la calle, donde aún nadie transita. El día apenas si ha nacido. Algún que otro murmullo en los árboles, un tintineo de hojas en el viento, pero nada más.
Detrás de los edificios el sol quiere de a poco subir la cuesta de cada día, a pesar de algunos nubarrones que presumen tormentas.
Ella no parpadea por miedo a no verlo. Tan grande es el pavor de perderlo que ni siquiera quiere girar su cabeza hacia su derecha, donde el río a lo lejos presenta la más hermosa de las vistas en la ciudad.
Le ha dicho que llegaría temprano, por la calle que lo vio crecer. Sus ojos claros no dejan de vigilar, no obstante las lágrimas aparecen de vez en cuando y se ve obligada a llorar.
Era un llanto de esperanza, envuelto en celofán y anhelo, casi una súplica al más allá. Aprieta con fuerza un pañuelo bordado entre sus manos estrechadas a la altura del corazón. Deja escapar suspiros cada tanto, vencida por el amor.
Y de repente, la figura inconfundible, aparece al final de la calle. Es su contorno, su silueta, su postura al caminar. Son sus pasos los que la traen hacia ella. De a poco los detalles se perfilan con mayor nitidez. Los pliegues de las ropas, las comisuras de sus labios, las arrugas en su rostro, el cabello ralo, los ojos tristes, sus manos de caballero...
Lo ve acercarse y siente que todo será como antes. El ha cumplido. Y ella lo ha esperado.
Lo tiene delante. A un paso. Pero el no se detiene y la atraviesa. La dama siente un vacío, una brisa que recorre su interior, lleva sus manos al corazón consciente de lo imposible. Las lágrimas la desbordan y pronuncia palabras que no serán escuchadas, mientras su figura se desvanece, etérea, irreal.
A Federico, su andar se le hace estúpido. Ha salido de su casa, prácticamente antes del amanecer, movilizado por un sueño. En el mismo, su mujer, cuyo recuerdo desgarraba su alma a cada instante, le pedía que acudiese a su encuentro, en la esquina donde se dieron el primer beso.
Se detuvo, deslizó la mirada a su alrededor y supuso que todas las mañanas a esa hora, la soledad tendría el mismo matiz en ese lugar.
Miró su reloj y pensó que quizá podría dormir una hora más antes de ir a trabajar. Sientiéndose un imbécil, volvió por donde había venido, solo y dolorido.

12 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

Vaya Neto. Que relato! Casi acabo llorando... Dos mundos separados que se cruzan en un sueño o en una brisa...muy hermoso.
Creo que has empezado el año pisando fuerte. Lo digo por este relato, y porque ahora me voy a leer el de Villeraturas...y luego a votar por correo electrónico...Veo que nos vas a hacer trabajar a tus lectores, ja,ja. Espero que ¡¡¡¡ todo el mundo que entre aquí corra a votar rápido!!!!.
Besos.
Paloma.

SIL dijo...

///Era un llanto de esperanza, envuelto en celofán y anhelo, casi una súplica al más allá ///

Esa imagen es magnífica, nene...

Qué bonito escribe Ud caballero.
Hay verdades irreversibles que hacen que dos mundos jamás se puedan cruzar, sin importar cuánta voluntad se ponga de un lado u otro!!
Great, Neto.





PD:
Como ciudadana responsable, ya he emitido el voto, eligiendo la nro. 116, 119 y 121.
:P

Netomancia dijo...

Doña Tinta, si, este año los haré sudar, pero no de terror, trabajando. ¿O qué, se pensaban que los cuentos eran gratis? Jajaja. Me alegra que le haya gustado y mil gracias por votar! Saludos!

Doña Sil, muchas gracias, la frase viene con moñito, si, tiene razón jaja. Hay cosas irreversibles y no le hablo de una campera, la vida tiene esas cosas. Gracias por estar atenta y votar! Aprovecho para avisar que hay tiempo hasta el 1 de febrero, de todos modos me quedo tranquilo, las mujeres que visitan el blog son rápidas y no quieren dejar nada para último momento. Muy bien! Saludos!

SIL dijo...

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Síganlo, que no los va a defraudar!

Don Belce dijo...

Muy buen relato, muy triste.
Ahora voy a votar ¿cuanto pagan los punteros? ¿o regalan colchones y garrafas?

Don Belce dijo...

Ya está!

Felipe R. Avila dijo...

Neto:
Yo interpreté que ella era alguien vivo y luego me sorprendiste:
el que estaba vivo era el tipo,
que en sueños se comunicaba con ella...
¿entendí mal?
me encantó lo que leí,
aunque no se si entendí..
¡Hic!¡Feliz año nuevo!

Anónimo dijo...

que emocionante texto Netito, el encuentro de esas dos realidades es genial, una de un lado, otra desde este suelo que pisamos...
Que emoción!!!
Ahh muchacho, ya tiene mis votos en el consurso!
Suerte querido!!!
Abrazos!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Es mejor guardar silencio que te reclemen todas las palabras dichas...

Saludos y un abrazo enorme.

Espero que pasaras una estupenda entrada de año.

nina dijo...

Neto,
qué triste este escrito, tristes los desencuentros... me encanta cómo está relatado. Tiene imágenes preciosas.
Ya me estoy yendo a votar :) mucha suerte con eso.
Un abrazo.
Nina.

el oso dijo...

Muy bueno, Neto. El dolor del amor perdido tiene siempre dos caras.

¡Vote ya!

Colchón ya tengo, me falta lo de abajo...

Netomancia dijo...

Sil, muchas gracias ;)

Don Alvarez, para usted una mochila nueva, así lleva sus cosas a Rosario, cuando arranque las clases de Bellas Artes. Un abrazo!

Felipe, lo entendiste a la perfección. Te confundís porque no soltás la botella de tinto desde el 31 a la noche. Un abrazo!

Dieguito, mil gracias por el comentario y por el voto, un abrazo!

Don Hiperión, gracias por comentar, estamos intentando arrancar bien el año.

Nina, muchas gracias, si, la tristeza aquí es por partida doble. Muchas gracias, besos.

Don Oso, si vota ya, además de la parte del colchón le regalamos las patas de la cama, si, oyó bien, las patas de la cama!