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15 de junio de 2009

Lo lúdico de Dios

Por cada paso que daba, el oasis se alejaba dos. Sediento, moribundo, débil, ponía la poca fuerza que le quedaba en mover primero su pierna derecha, luego su pierna izquierda. Avanzaba con tanta pena que si alguien lo hubiese observado, habría quedado impactado ante semejante escena.
Los pies estaban en carne viva. El sol convertía el mar de arena en una sola brasa y cada ínfimo grano se transformaba en una daga filosa, impiadosa.
Las pocas luces que aún titilaban en lo alto de su cabeza, apenas si lograban iluminar sus pensamientos. Apenas si abría los ojos, porque hasta el más leve movimiento de los párpados suponía un suplicio indescriptible. La piel había sido calcinada por el sol y los pocos harapos que aún pendían de su cuerpo, parecían fundirse en la carne quemada. Su mente casi ausente, se decía en silencio que era lo mismo que estar vestido de volcán, de magma purulento. Los pensamientos que vagaban entre tinieblas, se deleitaban con la imposible idea de ser abrazados por el diablo y sobrevivir para contarlo. Ese sol era como el diablo. Ese desierto era como el infierno. Y su oasis, con la sombra de las altas palmeras, el agua nunca tan bendita de su pequeño estanque, que en lugar de acercarse, escapaba de su frágil mirada, como huyendo de su persona.
Comprendía sin comprender, porque las ideas eran vagas, como pensadas en una cabeza muy lejana a la suya, en un arrullo imperceptible de dolor y repugnancia, el sufrimiento de un drogadicto necesitado de su picadura o su raya blanca; la desesperación de un fumador, separado de su atado o escaso de encendedor; la opresión de un reo, privado de sus sueños y anclado a la ausencia de libertad.
Y en ese ir y venir de ideas, de pensamientos fugaces sin sentido, de dolor ante el roce de la arena con la carne viva, el triste avanzar de una pierna a un ritmo de muerte, de calamitosa fatalidad, comprendió también el juego, la parte lúdica del asunto, la diversión que otrora niño, le gustase tanto, de sacarle el queso al ratón, de quitarle el hueso al perro, de ofrecerle caramelo a otro niño para luego no darle... ese parte lúdica y sádica al mismo tiempo que todo llevamos impregnada en el alma, siempre impura, viciada, detestable, como la de cualquier humano. Esa parte que como seres creados a imagen y semejanza, también poseemos.
Fue la comprensión lo que motivó que cayera de rodillas, resignado, ya sin lágrimas por derramar. Sintió el ardor trepar por sus piernas y avanzar hasta el pecho. El calor inmundo arrasando lo último de su ser. Y sus ojos, cerrándose por última vez queriendo llevarse otra imagen y no esa que pergeñó en su mente, la del Dios en el que siempre creyó tomando con sus manos el oasis y colocándolo cada vez más lejos mientras reía a carcajadas, divirtiéndose como el rey que era, observando a una de sus criaturas sufrir tanto por nada.

18 comentarios:

SIL dijo...

HERMANO NETO....

Me pega este relato /de cuya belleza extrema no hablaré para no caer en adulación / porque remueve tantas dudas que me atormentan a diario...
Una vez escribí EL JUEGO DIVINO... no te pido que lo recuerdes...pero es pariente cercano de este post maravilloso tuyo.

BRILLANTE, Sr Misterio, como siempre.
BESOS de juegos perversos ...

Taller Literario Kapasulino dijo...

Muy bueno este texto Neto, triste por todo el sufrimiento del protagonista.
ME gustaron las descripciones que haces, muy buenas.

el oso dijo...

Hasta duele leerlo, Neto. ¡¡Excelente!!
Con su dosis de pregunta existencial incluida...
Buenísimo.

Severi dijo...

muy crudo, y logradísima esa disección del dolor. Una vez más compruebo que antes de sentarte a escribir, te has levantado a vivir. Un abrazo.

Netomancia dijo...

Doña Sil, si este relato le pega... denúncielo! Jaja. Si, al pensar el título para este texto, recordé el suyo, así que evité colocar el mismo. Gracias por su comentario.

Carla, gracias! Si, es triste y doloroso, o al menos, eso busqué.

Don Oso, qué les pasa a los lectores, vienen frágiles. A doña Sil el relato le pega, a ud le duele... vamos, fuerza! Ja. Gracias y muy cierto lo de la dosis. Suele estar presente muy seguido.

Marcos, me gustó la frase que usaste. Gracias! Ah y sobre tu último cuadrito gráfico, me gusta como está, nada de sacar al cavernícola de la derecha. Un abrazo!

Silvana Muzzopappa dijo...

¡Aplausos! Excelente descripción. También a mí me quemó y desesperó. Hay que pasárselo a Dante para que lo agregue a su descripción del Infierno.
Besos

Martín Gardella dijo...

Seremos acaso títeres de Dios?? Muy buen relato, me mató la frase inicial: "Por cada paso que daba, el oasis se alejaba dos.", que imagen impresionante en solo una oración. te felicito!

HUMO dijo...

Excelente relato, claro que antes de imaginarme un Dios jugando,si es que existe.Preguntaría que lo derivó, a estar en ese sitio, qué opciones tuvo, qué elecciones?
Dios somos todos y cada uno de nosotros por lo que tanto ego-omnipotente le quemó el alma.
Jamás nos daremos cuenta que somos nuestro peor enemigo.

=) HUMO

Evangelina Prieto dijo...

Sufrí, sí, lo confieso... tampoco puedo negar que me quedé cavilando tras tan intenso viaje...
Se ha cumplido con el objetivo, nos has llevado de la mano a la reflexión, sean cuales sean nuestras creencias...
Te dejo mi abrazo

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Muy buena historia. Esa imagen del sediento, el desierto y el oasis es maravillosa.

Saludos,

Annie dijo...

Don Neto:

Es la pregunta de todos los que pasamos por alguna situación extrema...
Y este cuento merece BRAVOS!
y APLAUSOS, muchos APLAUSOS!

Las descripciones son geniales, pero eso ya se lo dije mucho tiempo atrás, estoy condenada a repetir siempre lo mismo con Ud..

Besotes

Ahh, lo de Julio A. Roca, tiene un humor tirando a carbonizado!!!

JA, JA, JA...

el oso dijo...

Es que los lectores ya no vienen cmo antes...

Anónimo dijo...

wow muy bueno!!
sería inapropiado que comentase mi opinión sobre religiones y demases. voy a aprovechar este espacio para aplaudir su genialidad con mis dos manos, pero a doble ritmo, así parecen cuatro!

abrazos!

Mannelig dijo...

Vaya, muy vívida y lograda descripción de la escena, tanto vista desde fuera, como desde los propios pensamientos del personaje, que se van deshaciendo... Me gusta.

Netomancia dijo...

Doña Shiru, muchas gracias! ¿No exagera con lo de Dante?

Gracias Martín. Y esa frase fue lo primero que se me vino a la cabeza, luego, apareció la historia.

Doña Humo, muchas implicaciones no dichas, tiene razón. Por eso el lector es quién más disfruta un relato, fíjese todo lo que tiene por imaginarse!

Evangelina, gracias por comentar! Si, el relato en realidad va más allá de las creencias, es más, no pensé en ellas al escribirlo. ¿Por las dudas no trajo un mousepad de esos lindos que hace? :)

Alejandro, gracias! Me alegro que te haya gustado la imagen que quise recrear!

Annie, su comentario merece un enorme GRACIAS! No lo niegue, estuvo bueno el chiste de J.A. Roca.

Don Oso, es que no soy comprendido.

Melina, cosas inapropiadas al fondo de la derecha. Ahí está el micrófono, así te escuchamos mejor jajaja. Un abrazo!

Mannelig, gracias por leer, comentar y hacerte seguidor del blog!

Anónimo dijo...

Interesante, interesante, i n t e r e s a n t e!

Anónimo dijo...

ufff neto, un cachetazo directo al alma, una dureza existencial tan profunda que me deja sin aliento, casi sin palabras...
en cada paso y caida del personaje creo que todos estuvimos alguna vez...

Netomancia dijo...

Micaela, muchas g r a c i a s ! ! !

Don Diego, disculpe el cachetazo, seguramente le quise espantar un mosca!