La soledad no como la muerte o una aproximación a la misma. La soledad como desamparo y desolación, abrigo de la tristeza y el desconsuelo.
La muerte, el vacío de la misma, es la resignación. El saber que se puede y no intentarlo, resignarse a no querer ser lo que se puede ser, a no hacer lo que se puede hacer, a aceptar las cosas sin siquiera intentar pensarlas, y ni hablar, de cambiarlas.
La verdadera muerte, sin embargo, más allá de metáforas o aproximaciones, es el olvido. Porque aún fuera de este mundo físico, en lo espiritual, en los recuerdos, aquel que partió, aún vive. El olvido o la falta de quien lo recuerde, la no perduración, es el vacío, el tránsito final hacia el infinito sol oscuro que no resplandece.
Un agujero negro de real soledad, resignación y olvido.
¿Dónde está Carlitos?
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El policía parecía tonto, le explicaba lo sucedido y no me entendía.
—Explíquese de nuevo señorita —me dijo— hable despacio y no grite.
Respiré hond...
Hace 3 días.
2 comentarios:
Esa muerte de la que hablás, esa contratapa negra que se suspende en el vacío de las no más letras para alguien o algo que fue vencido por el olvido sin causa.
Me gustó especialmente este escrito, porque desintegra y arma el Todo en un perfecto contexto.
La soledad, la muerte, el vacío, la luz y la oscuridad, son temas que me gusta mucho interpretar.
Un abrazo de los grandes y fuertes!
el agujero q nos conduce al vacio puede ser sorteado.
abrazos!
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